31.1.06

salimos de la bolsa -lo que nos dejó el abierto de los canguros-


Hay quienes se apuran en llamarlo el mejor de la historia. Yo todavía no sé, porque el tipo es muy joven y si en los próximos años mete 10 o 12 grandslams más -es posible-, si sigue volteando un Wimbledon tras otro -eso es más probable-, si gana Roland Garros una o dos o más veces -esto lo veo un poco más complicado pero- ya no sé cómo vamos a llamarlo. Asique por ahora basta con decir que Roger Federer es, lejos, el mejor jugador del momento. Que con 24 años y medio y menos de 8 de carrera ya ganó 35 títulos -7 Grand Slams- y que le quedan, si no pasa nada raro, otros tantos para seguir sorprendiendo.

Asique dejémoslo festejar y gozar y gocemos con él, porque mientras esté Roger Federer en la cancha nosotros, los espectadores, tenemos espectáculo asegurado. Brindo por eso.

Algunas palabritas sobre Baghdatis. Porquehe escuchado en los últimos días un nombre que no escuchaba desde hace unos años. Martin Verkerk. Yo también lo mencioné aquí, de hecho, hace unos días, pero en otras circunstacias. Se habla del síndrome Verkerk. Se dice que, a lo mejor, Baghdatis ya nos mostró lo mejor que tenía para dar, al igual que el holandés en Roland Garros 2003. Un amigo y colega y asiduo visitante de eltenisero, P. Ch. T. (click aquí), lo hace en el Perfil del último domingo. Otros tantos lo hicieron por radio o por tevé o en la mesa de un bar. Ojo, muchachos.

Que Verkerk había jugado en el circuito durante 7 años antes de aquella final en el plvo de ladrillo parisino. Que sólo ganó dos títulos y alcanzó dos finales, todas en el binomio 2003-2004, todas/os luego del empujón que le dio haber jugado esa final. Es decir: que Verkerk tuvo una carrera mediocre, que tuvo una muy buena segunda semana en un Grand Slam -en el menos imaginado, incluso-, que haber alcanzado esa final no sólo no le resultó contraproducente sino que le dio cuerda para hacer lo que nunca antes había hecho -ganar un título- y que cuando se le acabó la cuerda volvió al montón.

Baghdatis, en cambio, está comenzando una carrera promisoria. Y tiene muchas más condiciones que el holandés. Si los resultados en los próximos meses no se condicen con lo que mostró en Australia, no hay que alarmarse, sería natural.

De hecho, puestos a comparar, hay un caso que me hace acordar al del chipriota mucho más que Verkerk. En 2002, un ex número uno del mundo en juniors alcanzó, sopresivamente, la final de un Grand Slam. Este rubiecito que jugaba ángulos que metían miedo se llama, adivinaron, David Nalbandian. Que luego de esa final tardó unos cuantos meses en volver a ganar más de dos partidos seguidos. Pero que ahora, 4 años más tarde, es uno de los 3, o 4, jugadores más fuertes del circuito. Quizá Baghdatis siga jugando como hasta ahora y pronto sea top ten. Tal vez lo veamos este año en Shangai, peleando la Masters. Quizá no. Pero no lo maten antes de muerto, señores, que al tenis-espectáculo, ese que nos gusta tanto, Baghdatis le hace mucho bien.

26.1.06

abierto de los canguros, día 11



De cabeza a la final, al corolario de una historia sorprendente, el chipriota Marcos Baghdatis dejó en el camino a un David Nalbandian que, por momentos -en esos últimos momentos de zozobra- se mostró tan impotente como no se lo veía hace tiempo.

Lo de Baghdatis es intachable. Nadie podrá decirle que esto fue casualidad, que se le abrió el cuadro, que sus rivales no anduvieron inspirados. Inapelable. Stepanek, Roddick, Ljubicic, Nalbandian. Nombres que, sobre la veloz superficie de Melbourne, le dan miedo hasta al más pintado. Y uno a uno, entre reverencias y ovaciones, Baghdatis los fue pasando como a latitas de aceite en una cinta de asfalto.

Su principal virtud: la astucia. El instinto o la capacidad de leer la táctica del rival e ir adaptándose, pelota a pelota, hasta asimilarla y atacarla en su punto más débil. Y si el rival se repone y cambia de estrategia, el chipriota se tomará un par de juegos para volver con las nuevas reglas asimiladas. Un camaleón.

El partido empezó nervioso, y en un comienzo el oficio de Nalbandian parecía ser demasiado para este muchacho que parecía ya feliz por haber llegado a la semifinal. Por entonces era 6-3 5-1 y el chipriota con una molestia en su pierna izquierda y el público callado, y parecía que todo se encaminaba al final previsto. Pero la recuperación de Baghdatis hasta el 5-5 era un indicio. Nalbandian pudo cerrar el set pero las distancias ya no se veían tan claras.

Sin quitarle mérito al chipriota, hay que decir la verdad: Baghdatis pudo ganar el partido porque Nalbandian lo perdió. Lo perdió cuando no supo cerrar el segundo antes de que su rival se resuperase. Lo perdió cuando desperdició 4 brec points para igualar en 4 la tercera manga. Lo perdió cuando estuvo 2-0 y 4-2 en el quinto set con su saque. Y lo perdió cuando cedió en cero el servicio en el último 4-4 cometiendo 4 errores no forzados.

Y es esta, y no otra, la diferencia entre Nalbandian y Federer. Porque haber perdido este partido no le quita a Nalbandian lo que ya tenía en el bolsillo antes de entrar a la cancha: el hecho de estar entre los 3, o a lo sumo 4, jugadores más importantes del circuito. El hecho de estar jugando un tenis soberbio, por momentos superior al del propio suizo. Pero la cabeza, ¡ay!, la cabeza.

Este partido me hizo recordar, con sus obvias diferencias, a la semifinal que perdió Guillermo Coria ante el one-hit-wonder Martin Verkerk en Roland Garros 2003. Y también, como no, a la semi que el mismo Nalbandian perdió ante Roddick en el US Open de ese mismo año. Esa sensación de perder contra las propias espectativas. Esa sensación de verse superado por las circunstancias.

Ahora hay que ver cómo repercute esta derrota en el unquillense. Porque si no se cae, si este revés no lo inmoviliza, no me caben dudas de que lo esperan muchas definiciones. La cuota de seguridad, de tranquilidad y de madurez que le dio el título en Shangai es un capital demasiado valioso para dejarlo irse tras una derrota dolorosa. Ese será el gran desafío de Nalbandian ahora. Si lo supera, que se agarre el resto.

25.1.06

abierto de los canguros, día 10


Los últimos dos partidos le costaron a Federer algo más de sudor que el que venía acostumbrado a transpirar. Y tanto Haas como Davydenko están un par de escalones debajo del nivel que viene mostrando Nalbandian. El mismo Federer está cometiendo errores que antes no cometía, y le está costando cerrar juegos que antes cerraba con facilidad.
Esto no significa que no siga siendo el favorito a llevarse el torneo. Pero, siempre que se de la lógica en las semifinales, el domingo en la madrugada podremos estar viendo un partido muy entretenido.

Davydenko hizo lo que pudo, y lo hizo bien. Contra un suizo más errático que de costumbre -52 errores no forzados y "solo" 46 güiners-, trató de ganarle entrando en su juego, y los resultados no fueron -a pesar de todo- malos. La única diferencia en las estadísticas fue en los güiners: el suizo anotó 16 más. En el resto, todo muy parejo. Ej: el suizo ganó sólo 5 puntos más que el ruso. Ej2: ambos tuvieron la misma cantidad de oportunidades para quebrar, 10. Y el ruso aprovechó una más que Federer. 5 contra 4. Lo sorprendente es que aún jugando a niveles más humanos da una sensación de superioridad con respecto a su adversario que resulta avasallante. La psicológica. La triple Federer.

Por su parte, Kiefer v. Grosjean fue un partido largo y tedioso. De esos que los expectadores odian. Odiamos. Sobre el final se hizo justicia. Ganó el jugador que más arriesgó -hasta se arriesgó a ser descalificado por haberle tirado la raqueta a su rival-, perdió el conservadurismo mediocre del francés. Yo, chocho.

Y hoy a madrugar. Nalbandian v. Baghdatis, por un lugar en la final. ¿Puede ganar el argentino? Sería lo más lógico. ¿Puede perderlo? Por supuesto. En gran parte dependerá de él.
Baghdatis viene jugando en un gran nivel, es cierto. Y también es cierto que, después de haber visto su labor en los últimos dos partidos, volteando muñecos a lo lindo, es difícil pensar que la presión podría jugarle una mala pasada. Por otra parte, el argentino viene jugando un tenis exquisito en los últimos dos encuentros, y si mantiene su nivel es virtualmente imposible que pierda un partido. Asique será cara a cara, y el que mejor juegue se llevará el partido.
Aquí es donde entra en juego una de las principales cualidades del unquillense: su inteligencia táctica. Baghdatis se siente muy cómodo cuando lo atacan, y si no pregúntenle a Roddick y a Ljubicic. Por eso, el mejor partido que puede plantear Nalbandian es jugandole al chipriota pelotas con poco peso, variándole la altura, para obligarlo a tomar la iniciativa. Creo que es en este juego donde el argentino puede sacar los mejores dividendos.

A la hora del futurismo, no podemos dejar pasar un dato: el cordobés jugó y corrió poco en los últimos dos partidos, y tendrá un día más de descanso que su rival en una eventual final. Y Federer tuvo mucho desgaste en los partidos contra Haas y Davydenko. Por lo que un partido corto esta madrugada dejaría a Nalbandian muy bien parado de cara al domingo. Los partidos hay que jugarlos, ojo. Contra Baghdatis, contra Federer. No están ni ganados ni perdidos hasta que no se haya jugado el último punto.

24.1.06

abierto de los canguros, día 9


¡Taxi! Santoro se queda parado junto a la red. Y las pelotas pasan sin darle, valga la humorada, pelota.
Proyecto para futuro post: cómo los grandes pasadores de los últimos años -más un Agassi, un Kuerten, un Nadal- son argentinos. Recuerdo un Coria v. Philippousis, Hamburgo, 2003. Creo que 8vos. El aussie insistía yendo a la red. Las pelotas le picaban en los tobillos. Fue 6-2 6-0 para el mago. Desde aquel partido que no veo una clase de passing como ayer.

Santoro ve pasar las pelotas lejos de su alcance. Fue una constante durante todo el partido. Incluso en el primer set, cuando al francés le quedaban piernas y, aún, dignidad, cada subida a la red era una complicación, con un Nalbandian obligándolo a volear incómodo y matándolo con tiros al cuerpo, sin ángulo.
Entretanto, pudimos disfrutar de momentos de muy buen tenis de ambas partes, gillette incluída -por parte del francés-, globos ofensivos milimétricos para el argentino.
Los últimos 14 games, los que el unquillense ganó en forma consecutiva -52 puntos contra 16 en los últimos 2 sets-, fueron música para nuestros ojos -nuestros oídos estaban sufriendo el relato de los espn´s- y credenciales para que Nalbandian sueñ-e con levantar la copa.

Un datito:
- Nalbandian es el primer argentino en alcanzar las semifinales de todos los torneos de Grand Slam. De los jugadores en actividad, sólo Agassi y Federer tienen esta marca.

Por su parte del cuadro, el chipriota Marcos Baghdatis no para de sorprender. Ya se cargó varios muñecos, y ahora va por el cordobés. Con un juego efectivo, y muy buenos contragolpes pudo superar a jugadores muy agresivos, como Stepanek, Roddick y Ljubicic. Hay que ver cómo le juega a un Nalbandian que es más dúctil y tiene más variantes que ellos. Que no va a tener problema en cederle la iniciativa y cambiarle roles, táctica que tan buenos resultados le deparó ante Federer.

Hablando del suizo, esta noche va a buscar prolongar su paternidad (6-0) ante Davydenko.

Hay top tens y top tens. Están aquellos que a fuerza de títulos, de buen juego, de victorias importantes, se hacen un lugarcito entre la elite. Están aquellos que se abren paso a fuerza de regularidad, aquellos que aún sin ganar un título mantiene buenos resultados a lo largo de una temporada y eso los ubica en el top ten. Pero también están aquellos que aparecen sin que nadie sepa bien por qué, aquellos top ten que no demuestran, en la cancha, su valor. Aquellos top ten que no te meten miedo a la hora de enfrentarlos, jugadores del montón con una buena racha o un par de buenos resultados aislados. Los falsos top ten. Davydenko es un de ellos. A eso venía toda esta perorata.

Del cuarto sector del cuadro ni hablar. Hablando de falsos top ten: Grosjean. Muchos se preguntan por qué me la agarro con él. Además de tener un tenis estéticamente detestable, y de ser antipático -de esa manera tan especial que tienen los franceses antipáticos de ser antipáticos-, es un desagradable. Pechofrío -un dato ilustra a lo que me refiero: nació en Marsella y vive en Boca Ratón, Florida. Puaj.
Mucho más simpático me cae Nico Kiefer. El alemán es un jugador entretenido, dinámico y con menos cara de culo. Aunque lo único que se juegan estos dos es ver quién tiene el honor de ser masacrado por Federer en semis, pongo mis fichas por él.

23.1.06

abierto de los canguros, día 8


Ya quedan 8. Como los negritos de Agatha Christie, cada vez menos. Nalbandian sigue dando cátedra, Federer ganó un partidazo, Chela se cayó ante Kiefer. Un fin de semana agitado. Y ya, sin tiempo de tomar respiro, empiezan los 4tos de final.

Sábado (noche en rebound ace):

Ya está, Pekerman. No te preocupes. Ni Riquelme, ni Tévez, ni Agüero, ni Messi: Nalbandian. Jugando como jugó contra Robredo, el cordobés tiene un lugar entre los 23 para ir a Alemania. ¿Que al mismo tiempo se va a estar jugando Roland Garros? No importa, total Nalbandian casi ni corre en sus partidos, asique cansado no va a estar.
De otro planeta el partido que jugó Nalbandian el sábado. Si no contamos el 3er set, cuando se tiró a dormir una siestita, estamos hablando de un tipo que le puede ganar a cualquiera. Le salieron todas, y cuando digo todas me refiero a todas. El pobre Tommy la veía pasar, y cuando llegaba a pegarle a la bola hacía lo único que podía hacer: arriesgar. Casi siempre afuera. Asi es como los dos primeros sets se acabaron en un suspiro. En el tercero Nalbandian se relajó y el español aprovechó para crecer. Pero volvió Nalbandian. Para llevarse por 6-2 un último set en el que cometió tan sólo 2 errores no forzados. Y 9 güiners.
Ya está una vez más -4ta vez en 4 años- entre los mejores 8 en el rebound ace de Melbourne. Hasta ahora, siempre se quedó en esa etapa. Perdió, en 2003, contra un extraterrestre que vino a reemplazar al alemán Shuettler para probarle a sus amigos de Alfa Centauri que podía llegar a la final de un Grand Slam. Al año siguiente le tocó el mejor Federer, el que venía de ganar su primera Copa Masters, el que se llevaría el título. Fue para el suizo en 4 sets, en el partido más complicado que tuvo en ese torneo. Año pasado: Hewitt, y un duelo épico a 5 set que difícilmente olvidemos. Hoy: Santoro. Y ya estoy cansado de decir que Nalbandian le gana al que quiera, asique no voy a decir nada con respecto al partido de esta noche. Si por mi fuera, Santoro se hubiese quedado afuera en cada uno de los partidos que jugó desde la 2da rueda -chequeen los pronósticos que fui dando, si no me creen.

Bueno, ya hagamos de cuenta que pierde Nalbandian. ¿Por quién hacemos fuerza? ¿No es obvio? El chipriota más famoso de la historia no sólo le da color a las tribunas. Afuera Roddick, adentro Baghdatis, que ahora va a tener enfrente a Ljubicic, de muy buen torneo hasta ahora. Además, de este duelo saldría el rival del cordobés en semis. Y de más está decir a cual prefiero.

Domingo (Dios descansa, Federer no)

A Chela se le acabó la nafta. Enfrente tuvo a un Kiefer especialmente inspirado, que metía duro y parejo. El flaco de ciudad Evita no estuvo inspirado como hasta ahora, y cuando se le fue el primer tie-break, se le fueron las fuerzas. De todas formas, un balance más que positivo, y la posibilidad de mostrarse a Mancini poco antes de la 1ra rueda de la Davis.

Si quedaba alguna duda de que Federer es una bestia, lo demostró esta mañana: metió 58 -¡58!- errores no forzados, y de todas formas le ganó a uno de los rivales más complicados que podía depararle el cuadro. Lo de Haas fue dignísimo, y podría apostar a que va a terminar la temporada entre los 5 primeros. Perdón, entre los 4 que corren detrás de la bestia.

21.1.06

un paréntesis



(El otro día, cuando hablaba de una rabona de Nalbandian, me refería a esto)

abierto de los canguros, día 6



Perdoname Roger. En serio. No quise hacerte enojar. Es que si ganás todo es aburrido, en serio. Por eso decía que yo no te veía ganando este torneo. No es que no fueras candidato, vos siempre sos candidato. Es que no andabas mostrando tu mejor tenis, ni en Doha ni en Kooyong, y quizás Roddick, o Haas, o el mismo Nalbandian parecían estar en un mejor momento.

Perdoname Roger. En serio. Y si te enojas la culpa es mía, no de Mirnyi ni de Mayer ni de ningún otro. No te las agarres con ellos.

Listo. Hablemos en serio. Este tipo es una máquina. Y hablando de máquinas, qué lindo sería que existiera una máquina del tiempo para ponerlo a Roger a jugar contra el Sampras del 94. Sobre césped, obvio. Yo creo que le gana y todo.

Toda una semana esperando el Federer v. Haas y, ahora que ya está, que faltan unas horas, menos de dos días, me da la impresión que una derrota en 4 sets con algún tie break es negocio para el alemán. Que está jugando bárbaro, ojo. Pero a este Federer no se le puede ganar. La superioridad que muestra hoy en día el suizo es más de tenis femenino que de tenis masculino.

Ahora, Roger, amigo, te pido por favor, no me hagas quedar mal.

Pero bueno, hablemos de tenis.

Se cerraron los cuadros para la segunda semana y hay, como ya es costumbre, un par de argentinos enfrascados en la lucha. La buena noticia: ambos vienen por llaves distintas a las del Suizo. Chela recién lo vería en una semi, y Nalbandian en la final. Ambos tienen cuadros bastante limpios y, ambos, vienen mostrando un juego que da para ilusionarse.

Lo del flaco de ciudad Evita es más regular que lo del unquillense. Menos vistoso, pero más regular. Sigue manteniendo un nivel superlativo y ayer casi no se despeinó para sacarse de encima a Vliegen. Sólo 16 errores no forzados es una cifra tan buena que hace perder importancia la baja cantidad de güiners (19). Porque no los necesita, si no pregúntenle a Hewitt. Chela te saca a pasear por la cancha, te marea y te deja sentado de culo en el court. Mañana irá contra Nico Kiefer, que dejó en el camino al mosquito Ferrero-, y después vedrían Grosjean o Mathieu. Rivales que, para una segunda semana de Grand Slam, parecen elegidos a dedo.

De Coria prefiero no hablar.

Hoy empiezan los partidos que importan. La primera semana de un Grand Slam es como una segunda qualy. Las emociones fuertes, los partidazos, el juego en serio comienza en 8vos de final. Eso es hoy. Australia, de hecho, suele reservarse para su segunda semana siempre uno o dos partidos de esos que son de otro planeta. Como el de Roddick y el-Ayanaui hace dos años. O el Hewitt v. Nalbandian del año pasado. O el Federer v. Safin. Vamos a pegarle un repaso a los 4 partidos de esta noche.

Santoro v. Ferrer: este partido está para cualquiera. Santoro está jugando un muy buen tenis, muy sólido en la red, y si el cansancio acumulado no le juega una mala pasada, es un rival complicado. Ferrer, en cambio, viene de una muy buena victoria contra Ancic. Por segunda vez en su carrera está entre los 16 mejores de un Grand Slam -en Roland Garros del año pasado cayó en 4tos ante Nadal. Si bien suma una hora más de juego que el francés, su juventud y el hecho de que su último partido haya durado la mitad menos un minuto que el Santoro v. Gaudio pueden hacer la diferencia. En el único enfrentamiento entre ambos, el año pasado en el MS de Canadá, el español se impuso en 3 sets (3-6 6-1 6-2).

Nalbandian v. Robredo: en los papeles, Robredo era un rival más accesible que Blake, a quien el español despachó anteayer en tres sets. Nalbandian parece estar yendo de menor a mayor y si sigue con esa tendencia el novio de Gisella Dulko no debería poder oponer mucha resistencia. Son dos jugadores de la misma edad -5 meses mayor el cordobés- y sus enfrentamientos previos ya están guardados en el freezer hace rato y no pueden decir nada de su actualidad. Nalbandian ganó dos de los tres partidos entre ellos, el último en Canadá en el 2002.

Ljubicic v. Johansson: otro partido con un favorito. El croata, uno de los mejores y más regulares jugadores de canchas rápidas de la actualidad, estuvo desde el vamos entre los favoritos a llegar, por lo menos, hasta una semifinal. El sueco, que se coronó campeón sorpresivamente aquí hace 4 años, no está en el mejor momento de su carrera, a pesar de haber alcanzado las semis de Wimbledon el año pasado. Su historial es muy claro: aunque el sueco tiene una ventaja de 3 a 2, sus últimas 2 victorias se remontan, justamente, al 2002 -la primera había sido en el US Open del 2000. Ljubicic, en cambio, lo derrotó en los últimos dos choques, el año pasado, siempre en sets corridos.

Baghdatis v. Roddick: aunque a todos nos cae muy bien el chipriota, este es el partido con un favoritismo más marcado de los 8. De un lado el segundo preclasificado, dos veces semifinalista aquí, campeón del US Open, dos veces finalista de Wimbledon, ex número uno del mundo. Del otro, un ex nº1 del mundo en juniors, que tuvo algunos buenos resultados al final de la temporada pasada, que viene mostrando rachas de buen tenis, pero al que le falta bastante sopa. Desde ya, hay lugar para la sorpresa. Pero todo indica que el yanqui va a meterse tranquilo entre los 8. No registran partidos entre ellos.

20.1.06

abierto de los canguros, día 5


Los únicos que sufrieron fueron los argentinos. De los 8 partidos que se jugaron, 6 se definieron en 3 sets rápido.

Eso sí, fueron dos partidazos.

El Gato empezó mal, se recuperó, y le faltó el tiro del final. En el medio -como suele suceder en los partidos en los que se enfrentan dos jugadores eminentemente técnicos- una piñata de puntos exquisitos. Particularmente creo que aquel con la doble-gran-willy -uno de cada lado- va a estar entre los mejores puntos del año. No hay mucho más que decir. Santoro jugó un partido impecable mientras le dio el físico, se vio superado cuando le fallaron las piernas y puso en juego todo su oficio en un quinto parcial que estaba para el que se equivocase menos. A Gaudio le faltó actitud para bancarse la avalancha de los dos primeros sets, y sobre el final piernas para terminar de empujar a un rival que estaba al borde del precipicio. De todas formas, el nivel que mostró esta semana sobre canchas rápidas hace prever una buena temporada sobre polvo de ladrillo.

A Nalbandian -sin acento, como me marcó correctamente AE (click aquí)- le gusta nadar con tiburones. Ayer se dio el gusto. Nieminen salió a la cancha como para comerse el partido. Su revés estaba calibradísimo y con el drive hacía mucho daño. El cordobés tuvo que esperar un set y dos pancitos a que el finés bajara un cambio para despertarse de la siesta. Y ahí pisó el acelerador. Y, por un tiempo, parecía que se comía vivo a su rival. Un partido con mucho lujo -la rabona (?) de Nalbandian en la red-, mientras los dos jugadores arriesgaban y acertaban. Sobre el final, es cierto, se pinchó un poco. Comenzaron a cometer irregularidades que antes no, y hasta último momento no se sabía si el cordobés se llevaba el partido o si deberían disputar un quinto set. De todas formas, los destellos de calidad de ambos jugadores mantenían al partido entretenido -ya eran las 6 de la mañana en Argentina, y costaba mantenerse en pie. Con la chapa, la camiseta y algo de su mejor tenis Nalbandian dejó en el camino a Nieminen y está por cuarta vez en cuatro años, en la segunda semana -de hecho, no cae antes de los octavos de final de un Grand Slam desde el US Open 2004.

Quedó resuelta la parte inferior del cuadro para la segunda semana, con Santoro v. Ferrer -de aquí saldría el rival de 4tos del unquillense-, Nalbandian v. Robredo, Ljubicic v. Thomas Johansson, y el sorprendente y muy querido por la hinchada Baghdatis v. Roddick.

Esta noche Guillermo Coria y Juan Ignacio Chela se juegan el pase a 8vos.

El santafesino tiene un partido complicado contra Sebastien "si-fuera-argentino-sería-de-River" Grosjean. Complicado porque Coria no viene jugando bien y el francés es de esos jugadores a los que hay que ganarles. Una vez más, el resultado del pleito estará en manos de Coria.

Chela tiene, en los papeles, un partido más sencillo. El belga Vliegen, un larguirucho sin muchas más credenciales que su saque potente, es mucho menos que Hewitt -incluso menos que el escocecito Murray-, rivales a los que el flaco despachó con pulcritud.

Aunque Hewitt se quedó afuera, quedan dos locales en competencia. Peter Luczak -polaco nacionalizado, nunca entre los 100- entrenará a Tommy Haas; y Nat Healey -de quien ya hablamos ayer (click acá)- contra Davydenko, que necesita demostrar por qué es top ten.

El cuadro de 8vos se completará con un par de lindos partidos -Federer v. Mirnyi y Hrbaty v. Adreev-, Kiefer v. Ferrero -cruzan con Chela- y nuestro casi amigo Horna v. Mathieu.

19.1.06

abierto de los canguros, día 4



Te matan, limón. Y agradecé que ganaste el tie-break y robaste un set, porque sino era humillación, como contra Nalbandián en julio. No puedo -ni quiero- ser objetivo: cuando sos un pedante insufrible, desagradable, racista y canchero, quiero que pierdas.

Chela sigue jugando su mejor tenis, y como dijimos hace un par de días, se le abrió el cuadro. Ni Vliegen, ni Kiefer, ni Ferrero son mejores que Hewitt -ni siquiera que el Hewitt disminuído de esta madrugada. Asique si siue haciendo bien las cosas, tendremos una sorpresa mayúscula: Chela en 4tos, y que tiemble Coria.

¿Coria? Bien gracias. Ganó, y cómodo. Pero a lo Coria. Con esa sensación de que en cualquier momento el partido se le va a la mierda. Los números fríos dan un poco más de tranquilidad -47 güiners y 33 errores no forzados; "solo" 9 doblefaltas. Pero todavía no se siente cómodo en la cancha. Uno leía -porque imágenes no llegaron- que en Kooyong apabulló a Ljubicic (6-2 6-2) y a Mirnyi (7-6 6-1) y se ilusionaba. Pero no era este Coria, no el Coria de estas primeras dos ruedas. Ahora se viene Grosjean. Y es todo un gran signo de interrogación.

El franchute pechofrío despachó sin problemas a un Pico Mónaco que no llega a explotar: tres sets sencillos y a la lona. Para el tandilense, sumar experiencia y arrancar el año con el objetivo de meterse entre los 50, por lo menos. Tiene la chapa.

Anoche también:

- Cada vez parece más inevitable que Federer y Haas se crucen en 8vos. Ambos superaron sus compromisos con demasiada facilidad -el suizo cedió tan sólo 5 games; el alemán, 3. Al námber uán le queda un compromiso algo más exigente, el gigante Max Mirnyi. A Haas, el local Lucsak, que le ganó al mayor de los Rochus en 5 sets. Desde hace 10 días vengo diciendo que no creo que Federer gane este torneo. Me está haciendo cambiar de opinión. Al que gane el duelo de octavos le cuelgo la chapita de candidato.

- Avanzaron, siguiendo la lógica: Ferrero, Davydenko, Kiefer, Mathieu, Mirnyi y Hrbaty.

- En el duelo de desconocidos, el local Nathan Healey -25 añitos, se meterá por primera vez entre los 200- le ganó a un tal Amer Delic -bosnio nacionalizado yanqui, 23 años, cientocuarentaypico del mundo.

- Lucho Horna -quien me cae por demás simpático- sigue avanzando sin ceder un set.

Esta noche:

- Nalbandián v. él mismo. Del otro lado de la cancha, el compatriota de Björk, Jarkko Nieminen. Qué decir que no se haya dicho antes. Jugaron 7 veces y ya se conocen de memoria. La última, las semis de Munich, cancha blanda. Nalbandián, quien ganaría ese torneo, vapuleó 6-3 6-0. El historial está 4 a 3 a favor del unquillense. Se me ocurren por lo menos 10 razones por las que el cordobés debería ganar, y fácil; y sólo una por la que podría perder: que siga jugando como en las primeras dos ruedas.

- Gaudio va contra Santoro. El Gato y el veterano francés -nacido en Tahití- se vieron las caras por única vez hace poquito. En el Masters de París, en noviembre pasado, Gaudio se impuso en dos sets. La historia debería repetirse.

- Además: dos proyectos de partidazo: Robredo v. Blake y Ljubicic v. Feliciano López. Los dos mejores españoles sobre canchas duras (Nadal no cuenta; es de otro planeta) contra dos jugadores que a nadie sorprendería ver en 4tos. Roddick tiene un partido en principio sencillo, ante Benneteau. Ferrer y Ancic pueden llegar a dar un buen espectáculo, también. Lo que queda, dos que ya están de regalo y quieren prolongar la racha: Gilles Simon, verdugo de Massu y de Berdych -¡cuántos franceses, y eso que los niños estrella quedaron afuera en primera!- va contra el sueco Thomas Johansonn, campeón en Melbourne en el 2002 y semifinalista en el último Wimbledon. Y el germano Gremelmayr, que dejó en el camino a Bjorkman y a Ginepri, quiere meterse en la segunda semana. El rival: el chipriota Baghdatis, que tuvo buenos resultados a fines del año pasado.

18.1.06

abierto de los canguros, día 3


Amamos a Gaudio cuando juega como ayer. Cuando parece que estuviera sobrando al rival. Sácate: un revés cruzado. Y Burgsmuller la ve pasar como un bondi a la madrugada. Púmbale: un drop. Y Burgsmuller amaga a correr pero se queda; comprende que no va a llegar, que no tiene chances. Como Cavallo cuando amagó a presentarse en las últimas elecciones.

Ayer dudaba si Gaudio iba a poder sacarse de encima este compromiso con facilidad. Me cerró la boca. Ya está en 3ra rueda con la mejor ecuación: jugar bien y poco, lo que, con el calor australiano, puede marcar diferencias en una eventual segunda semana (ahora viene Santoro y después Ancic o Ferrer).


Nalbandián: una de cal y una de arena.

La buena: pasó a 3ra rueda ante un rival que se demostró complicado. Supongo que de acá a unos meses a nadie le va a causar mucha gracia cruzarse con Wawrinka en la primera rueda de un torneo (ojo con Suiza para la Davis).
La mala: muchos errores no forzados (46), casi el doble que los winners (26 incluyendo 2 aces). Jugando como jugó ayer probablemente le gane a Nieminen, pero se le va a complicar contra Blake o Robredo en 8vos.


Otras cosas que pasaron ayer:

- Como suponíamos, Ljubicic -nuevo hombreorquesta del equipo campeón de la Davis- y Roddick tuvieron trámites sencillos, al igual que Ancic y Nieminen. Blake tuvo que sufrir un poco más ante el desconocido Faurel -203 del ránquin y ni foto tiene en la página del abierto (click aquí).

- Las sorpresas de la jornada: el francés Gilles Simon dejó afuera a uno que tenía chapa como para sorprender en la segunda semana, el checo Tomas Berdych; y el desconocidísimo Denis Gremelmayr -alemás, 177- le ganó en 5 sets a Ginepri. El que halla apostado por alguno de estos dos, debe estar contando billetes.


Para esta noche:

- Todos con Chela, ¿de acuerdo? Nadie quiere que gane el limoncito. Asique todo vale: drive, revés, smash y escupitajo. En el historial están 1-2, siempre sobre canchas duras, pero fueron siempre partidos cerrados, donde cada uno se llevó algún set. Y Chela jugó muy bien el martes. Y Hewitt no jugó nada bien el martes. Asique -aunque no puedo ser imparcial- creo que Chela puede dar la nota. Ojo, Hewitt sigue siendo favorito. Pero no creo que la tenga fácil.

- Coria tiene un partido sencillo ante el tano Luzzi. Se enfrentaron una sola vez, en Kitzbuhel -polvo de ladrillo- con victoria para el ítalo. Pero esto fue hace mucho tiempo, en el 2000, en uno de los primeros torneos ATP que disputaba Coria. Incluso antes de aquella seguidilla de challengers en el circuito Ericsson, ¿recuerdan?. Pasaron los años y mientras Luzzi se quedaba eternamente en la mediocridad -mejor ránquin 92 en el 2002, sin títulos ni finales en ATP-; Coria llegó a ser número 3 del mundo, clasificó 3 veces seguidas a la copa Masters, etcétera. Por lo que el duelo debería inclinarse fácilmente hacia el Mago.

- Mónaco quiere dar el batacazo contra Sebastien "tengo-el-pecho-más-frío-que-Disney" Grosjean. Difícil tarea: el franchute viene de despachar fácil a Philippoussis que, si bien está en retirada, es especialista en canchas rápidas y además es local. Mónaco, por su parte, tiene pasta de sobra, pero sigue verde. Puede pintar un partido interesante. El ganador jugaría contra Coria en 3ra.

- Además: Federer y Haas siguen entrenando de cara al choque en octavos. El suizo contra el alemás Meyer y el alemán contra el ignoto yanqui Paul Goldstein. Otros con partidos accesibles: Davydenko -v. Kim-, Kiefer -v. Pashanski-, Hrabty -v. Norman. Pinta interesante el Sanguinetti v. Mirnyi. Vamos a mirar de reojo a Horna v. Phau; el peruano tiene un cuadro accesible y podría ser rival de Coria en 8vos.

17.1.06

abierto de los canguros, día 2



Hace rato -desde aquel Roland Garros 2004, creo- que no veo jugar a Juan Ignacio Chela de la manera en la que jugó anoche. Incisivo, Chela encontró las líneas cada vez que las buscó, y borró de la cancha a "la gran promesa del tenis británico- ahora que el bueno de Henman está, al parecer, en el ocaso de su carrera.

Seamos justos: es cierto que ganarle a Murray no es lo mismo que ganarle a Gasquet o a Monfils -dos que cayeron estrepitosamente en su debut. Pero también es cierto que haber vencido con un margen tan amplio a un rival que, de haber ganado, no hubiese sorprendido a nadie, es una buena señal. Ahora se viene Lleyton "el enemigo del pueblo" Hewitt, en una revival del duelo por tercera rueda del año pasado. Sí, el del escupitajo, cómo olvidarlo. En caso de ganar -y si Chela juega como jugó ayer y Hewitt juega como jugó ayer, yo le pongo mis fichas al flaco de Ciudad Evita- el cuadro se le abre sensiblemente: Verdasco o Vliegen en 3ra y probablemente Kiefer -o el mosquito Ferrero- en 8vos. Rivales a los que el Chela de anoche puede jugarles de igual a igual.

Breve resumen de lo que pasó hasta ahora (y que no tuve tiempo de postear):

-Nalbandián y Coria sufrieron para ganar partidos, en los papeles, accesibles; pero ambos mostraron momentos de su mejor juego.

-Gaudio tuvo una jornada ideal: una horita de entrenamiento ante un rival casi irrelevante y a pensar en segunda rueda.

- Perdieron, previsiblemente, Berlocq y Acasusso; y un poco menos previsiblemente, Calleri.

- Monaco va sacando chapita de a poco. Se repuso de un comienzo difícil y terminó ganando cómodo ante un rival con bastantes batallas encima.

- Los partidos que pintaban como los más interesantes -Haas v. Gasquet y Kiefer v. Schrichapan- terminaron rápido y con poca emoción. Haas v. Federer, la revancha, en 8vos. El suizo debe estar más preocupado que hace un año a esta misma altura.

- Lo malo de no hacer pronósticos es no poder alardear cuando se cumplen. Yo hubiese escrito, hace dos días, "cuidado que Horna puede dar una sorpresa ante Monfils", y muchos se hubieran cagado de risa. El peruano, en tres sets claros, mando al pendejo de regreso a París y tiene un cuadro accesible hasta 8vos (¿Coria?).

- Los chilenos arrugan en las citas grandes. De lo que se deduce que las olimpíadas no son una cita grande.

- A les enfants de la patrie les falta sopa.

Panorama para esta noche:

- El suizo Wawrinka debería ser un buen termómetro para ver donde está parado Nalbandián. Semifinalista en Auckland la semana pasada, 3ra rueda en Roland Garros - con victorias ante Massu y Blake- y US Open -dejó en el camino a Puerta- del 2005. El de Unquillo es favorito, pero no es un partido sencillo. En un buen día, Nalbandian lo gana sin despeinarse. Pero si no encuentra su juego, el suizo puede aprovechar sus oportunidades y dar el batacazo. A favor del campeón de la Masters Cup: Australia le sienta bien. 4tos de final en las últimas 3 presentaciones en el 1er Grand Slam del año, victoria de vistante en la Davis el año pasado; sinceramente no creo que vaya a perder en la primera semana.

- Se acabo la siesta para Gaudio: es hora de empezar a competir. Enfrente, el alemán Burgsmuller, a quien el Gato ya venció en las dos ocasiones en las que se enfrentaron, siempre sobre polvo de ladrillo. Okei: es un rival accesible, casi diría sencillo. Tiene 31 años, ganó un sólo título ATP -Copenaghe 2002- y es un eterno jugador que ronda entre los puestos 70 y 100. Pero sobre una cancha tan rápida como esta podría complicarlo, sobre todo si Gaudio no arranca derecho. Ya sabemos como es Gaudio.

- Del duelo de veteranos Santoro v. Pavel saldría el próximo rival del Gato. Le pongo mis fichas al rumano. El siguiente escollo de Nalbandian debería ser el finés Jarkko Nieminen que juega ante el desconocido verdugo de Mariano Zabaleta, el taiwanés Wang.

- Además: duelos sencillos para Ljubicic -v. Kohlschreiber-, Roddick -v. Wesley "ojoloco" Moodie-, Blake -v. Faurel- y Ginepri -v. Gremelmayr (?)-. Interesantes: el ascendente chipriota Baghdatis v. Stepanek y Robredo v. Turnusov. Particularmente intrascendentes: García López v. Benneteau y el tano Bracciali v. Ferrer.

3.1.06

ideal para reyes


Un pequeño monumento a la nostalgia por el tenis de antaño -puaj, qué mal que suena eso, mejor volvamos a empezar.

Pocos deportes tan renuentes a ser trasladados a otros medios como el tenis. Ni la literatura, ni el cine han logrado nada que valga demasiado la pena al respecto. Ni siquiera el periodismo especializado suele destacarse. No ha habido -no al menos en este país- grandes cronistas del tenis, como sí los tuvo el fútbol, el boxeo, el automovilismo.
Por eso es de destacarse la publicación de "El tenis ya no es lo que era", de Mariano Melamed y Federico Budasoff.
Un recorrido fetichista por el tenis de hace un par de décadas, deteniéndose en las raquetas, esas viejas raquetas de madera, empuñadura larga -aunque aún no se usaba el revés a dos manos- y encordado pequeño.
Ejercicio para la memoria, libro objeto -moderna edición de cuidado y también moderno diseño-, es uno de esos volúmenes que lucen bien en cualquier biblioteca y mesa ratona. Pero además -y esto es aún más extraño- lo mejor es lo de adentro. Bien escrito, conciso pero no amarrete, "El tenis ya no es lo que era" es un must de la literatura tenisera, sí señor.

Un detalle: el formato, pequeño, es ideal para regalo de reyes: entra en cualquier zapatilla de tenis de número mayor a 42.