21.1.06

abierto de los canguros, día 6



Perdoname Roger. En serio. No quise hacerte enojar. Es que si ganás todo es aburrido, en serio. Por eso decía que yo no te veía ganando este torneo. No es que no fueras candidato, vos siempre sos candidato. Es que no andabas mostrando tu mejor tenis, ni en Doha ni en Kooyong, y quizás Roddick, o Haas, o el mismo Nalbandian parecían estar en un mejor momento.

Perdoname Roger. En serio. Y si te enojas la culpa es mía, no de Mirnyi ni de Mayer ni de ningún otro. No te las agarres con ellos.

Listo. Hablemos en serio. Este tipo es una máquina. Y hablando de máquinas, qué lindo sería que existiera una máquina del tiempo para ponerlo a Roger a jugar contra el Sampras del 94. Sobre césped, obvio. Yo creo que le gana y todo.

Toda una semana esperando el Federer v. Haas y, ahora que ya está, que faltan unas horas, menos de dos días, me da la impresión que una derrota en 4 sets con algún tie break es negocio para el alemán. Que está jugando bárbaro, ojo. Pero a este Federer no se le puede ganar. La superioridad que muestra hoy en día el suizo es más de tenis femenino que de tenis masculino.

Ahora, Roger, amigo, te pido por favor, no me hagas quedar mal.

Pero bueno, hablemos de tenis.

Se cerraron los cuadros para la segunda semana y hay, como ya es costumbre, un par de argentinos enfrascados en la lucha. La buena noticia: ambos vienen por llaves distintas a las del Suizo. Chela recién lo vería en una semi, y Nalbandian en la final. Ambos tienen cuadros bastante limpios y, ambos, vienen mostrando un juego que da para ilusionarse.

Lo del flaco de ciudad Evita es más regular que lo del unquillense. Menos vistoso, pero más regular. Sigue manteniendo un nivel superlativo y ayer casi no se despeinó para sacarse de encima a Vliegen. Sólo 16 errores no forzados es una cifra tan buena que hace perder importancia la baja cantidad de güiners (19). Porque no los necesita, si no pregúntenle a Hewitt. Chela te saca a pasear por la cancha, te marea y te deja sentado de culo en el court. Mañana irá contra Nico Kiefer, que dejó en el camino al mosquito Ferrero-, y después vedrían Grosjean o Mathieu. Rivales que, para una segunda semana de Grand Slam, parecen elegidos a dedo.

De Coria prefiero no hablar.

Hoy empiezan los partidos que importan. La primera semana de un Grand Slam es como una segunda qualy. Las emociones fuertes, los partidazos, el juego en serio comienza en 8vos de final. Eso es hoy. Australia, de hecho, suele reservarse para su segunda semana siempre uno o dos partidos de esos que son de otro planeta. Como el de Roddick y el-Ayanaui hace dos años. O el Hewitt v. Nalbandian del año pasado. O el Federer v. Safin. Vamos a pegarle un repaso a los 4 partidos de esta noche.

Santoro v. Ferrer: este partido está para cualquiera. Santoro está jugando un muy buen tenis, muy sólido en la red, y si el cansancio acumulado no le juega una mala pasada, es un rival complicado. Ferrer, en cambio, viene de una muy buena victoria contra Ancic. Por segunda vez en su carrera está entre los 16 mejores de un Grand Slam -en Roland Garros del año pasado cayó en 4tos ante Nadal. Si bien suma una hora más de juego que el francés, su juventud y el hecho de que su último partido haya durado la mitad menos un minuto que el Santoro v. Gaudio pueden hacer la diferencia. En el único enfrentamiento entre ambos, el año pasado en el MS de Canadá, el español se impuso en 3 sets (3-6 6-1 6-2).

Nalbandian v. Robredo: en los papeles, Robredo era un rival más accesible que Blake, a quien el español despachó anteayer en tres sets. Nalbandian parece estar yendo de menor a mayor y si sigue con esa tendencia el novio de Gisella Dulko no debería poder oponer mucha resistencia. Son dos jugadores de la misma edad -5 meses mayor el cordobés- y sus enfrentamientos previos ya están guardados en el freezer hace rato y no pueden decir nada de su actualidad. Nalbandian ganó dos de los tres partidos entre ellos, el último en Canadá en el 2002.

Ljubicic v. Johansson: otro partido con un favorito. El croata, uno de los mejores y más regulares jugadores de canchas rápidas de la actualidad, estuvo desde el vamos entre los favoritos a llegar, por lo menos, hasta una semifinal. El sueco, que se coronó campeón sorpresivamente aquí hace 4 años, no está en el mejor momento de su carrera, a pesar de haber alcanzado las semis de Wimbledon el año pasado. Su historial es muy claro: aunque el sueco tiene una ventaja de 3 a 2, sus últimas 2 victorias se remontan, justamente, al 2002 -la primera había sido en el US Open del 2000. Ljubicic, en cambio, lo derrotó en los últimos dos choques, el año pasado, siempre en sets corridos.

Baghdatis v. Roddick: aunque a todos nos cae muy bien el chipriota, este es el partido con un favoritismo más marcado de los 8. De un lado el segundo preclasificado, dos veces semifinalista aquí, campeón del US Open, dos veces finalista de Wimbledon, ex número uno del mundo. Del otro, un ex nº1 del mundo en juniors, que tuvo algunos buenos resultados al final de la temporada pasada, que viene mostrando rachas de buen tenis, pero al que le falta bastante sopa. Desde ya, hay lugar para la sorpresa. Pero todo indica que el yanqui va a meterse tranquilo entre los 8. No registran partidos entre ellos.