20.1.06

abierto de los canguros, día 5


Los únicos que sufrieron fueron los argentinos. De los 8 partidos que se jugaron, 6 se definieron en 3 sets rápido.

Eso sí, fueron dos partidazos.

El Gato empezó mal, se recuperó, y le faltó el tiro del final. En el medio -como suele suceder en los partidos en los que se enfrentan dos jugadores eminentemente técnicos- una piñata de puntos exquisitos. Particularmente creo que aquel con la doble-gran-willy -uno de cada lado- va a estar entre los mejores puntos del año. No hay mucho más que decir. Santoro jugó un partido impecable mientras le dio el físico, se vio superado cuando le fallaron las piernas y puso en juego todo su oficio en un quinto parcial que estaba para el que se equivocase menos. A Gaudio le faltó actitud para bancarse la avalancha de los dos primeros sets, y sobre el final piernas para terminar de empujar a un rival que estaba al borde del precipicio. De todas formas, el nivel que mostró esta semana sobre canchas rápidas hace prever una buena temporada sobre polvo de ladrillo.

A Nalbandian -sin acento, como me marcó correctamente AE (click aquí)- le gusta nadar con tiburones. Ayer se dio el gusto. Nieminen salió a la cancha como para comerse el partido. Su revés estaba calibradísimo y con el drive hacía mucho daño. El cordobés tuvo que esperar un set y dos pancitos a que el finés bajara un cambio para despertarse de la siesta. Y ahí pisó el acelerador. Y, por un tiempo, parecía que se comía vivo a su rival. Un partido con mucho lujo -la rabona (?) de Nalbandian en la red-, mientras los dos jugadores arriesgaban y acertaban. Sobre el final, es cierto, se pinchó un poco. Comenzaron a cometer irregularidades que antes no, y hasta último momento no se sabía si el cordobés se llevaba el partido o si deberían disputar un quinto set. De todas formas, los destellos de calidad de ambos jugadores mantenían al partido entretenido -ya eran las 6 de la mañana en Argentina, y costaba mantenerse en pie. Con la chapa, la camiseta y algo de su mejor tenis Nalbandian dejó en el camino a Nieminen y está por cuarta vez en cuatro años, en la segunda semana -de hecho, no cae antes de los octavos de final de un Grand Slam desde el US Open 2004.

Quedó resuelta la parte inferior del cuadro para la segunda semana, con Santoro v. Ferrer -de aquí saldría el rival de 4tos del unquillense-, Nalbandian v. Robredo, Ljubicic v. Thomas Johansson, y el sorprendente y muy querido por la hinchada Baghdatis v. Roddick.

Esta noche Guillermo Coria y Juan Ignacio Chela se juegan el pase a 8vos.

El santafesino tiene un partido complicado contra Sebastien "si-fuera-argentino-sería-de-River" Grosjean. Complicado porque Coria no viene jugando bien y el francés es de esos jugadores a los que hay que ganarles. Una vez más, el resultado del pleito estará en manos de Coria.

Chela tiene, en los papeles, un partido más sencillo. El belga Vliegen, un larguirucho sin muchas más credenciales que su saque potente, es mucho menos que Hewitt -incluso menos que el escocecito Murray-, rivales a los que el flaco despachó con pulcritud.

Aunque Hewitt se quedó afuera, quedan dos locales en competencia. Peter Luczak -polaco nacionalizado, nunca entre los 100- entrenará a Tommy Haas; y Nat Healey -de quien ya hablamos ayer (click acá)- contra Davydenko, que necesita demostrar por qué es top ten.

El cuadro de 8vos se completará con un par de lindos partidos -Federer v. Mirnyi y Hrbaty v. Adreev-, Kiefer v. Ferrero -cruzan con Chela- y nuestro casi amigo Horna v. Mathieu.