mirá, vieja, ¡sin manos!

Casi sin traspirar, cediendo tan sólo 5 games en dos partidos y mostrando un juego de altísimo nivel, José Acasuso se metió en la tercera rueda de un abierto de Hamburgo que, si bien se vio devaluado por las ausencias de los primeros tres del mundo y la temprana eliminación de algunos de los nombres más resonantes, no deja de ser un Master Series, y para más inri, el último torneo oficial antes de Roland Garros.

Y aunque a pesar de las ausencias la llave por la que transita el Chucho sigue intacta, y tendrá como rivales al francés Grosjean y, si pasa, a Fernando Gonzalez, el nivel que está mostrando el misionero debería alcanzarle para ganarle sencillo al cajún pechofrío y enfrentar al menos de igual a igual al bombardero de La Reina. A partir de ahí, todo puede pasar. Un eventual partido de semifinal sería más sencillo que las dos paradas anteriores, gracias a que la ausencia de Nadal y las caídas de Gaudio, Haas, Baghdatis y Kiefer dejaron ese lado de la llave huérfano de nombres relevantes, y le regalará semifinal de MS a tipos como Soderling, Stepanek, Mirny o Gilles Simon, para quienes llegar a esa instancia, y sobre polvo de ladrillo, es casi un milagro.

Por el otro lado las cosas vienen más picantes, aunque hasta ahí. Todo parecería indicar que los semifinalistas saldrán o bien del duelo entre Davydenko y Nieminen -le pongo mis fichas al nórdico- o del que protagonizarán Ferrer y Ferrero (FER vs. FER, según el zócalo televisivo). Robredo es el otro que podría colarse en las ruedas definitivas.

En conclusión, esta es una gran oportunidad para que Acasuso, de buena temporada hasta ahora, termine de confirmar su buen momento con un título importante de caras al segundo Grand Slam de la temporada. Y, de paso, arrimarse al pelotón de punta, aquellos que comenzarán el torneo parisino con la tranquilidad de no tener que cruzarse con Federer ni Nadal hasta la segunda semana.