25.1.06

abierto de los canguros, día 10


Los últimos dos partidos le costaron a Federer algo más de sudor que el que venía acostumbrado a transpirar. Y tanto Haas como Davydenko están un par de escalones debajo del nivel que viene mostrando Nalbandian. El mismo Federer está cometiendo errores que antes no cometía, y le está costando cerrar juegos que antes cerraba con facilidad.
Esto no significa que no siga siendo el favorito a llevarse el torneo. Pero, siempre que se de la lógica en las semifinales, el domingo en la madrugada podremos estar viendo un partido muy entretenido.

Davydenko hizo lo que pudo, y lo hizo bien. Contra un suizo más errático que de costumbre -52 errores no forzados y "solo" 46 güiners-, trató de ganarle entrando en su juego, y los resultados no fueron -a pesar de todo- malos. La única diferencia en las estadísticas fue en los güiners: el suizo anotó 16 más. En el resto, todo muy parejo. Ej: el suizo ganó sólo 5 puntos más que el ruso. Ej2: ambos tuvieron la misma cantidad de oportunidades para quebrar, 10. Y el ruso aprovechó una más que Federer. 5 contra 4. Lo sorprendente es que aún jugando a niveles más humanos da una sensación de superioridad con respecto a su adversario que resulta avasallante. La psicológica. La triple Federer.

Por su parte, Kiefer v. Grosjean fue un partido largo y tedioso. De esos que los expectadores odian. Odiamos. Sobre el final se hizo justicia. Ganó el jugador que más arriesgó -hasta se arriesgó a ser descalificado por haberle tirado la raqueta a su rival-, perdió el conservadurismo mediocre del francés. Yo, chocho.

Y hoy a madrugar. Nalbandian v. Baghdatis, por un lugar en la final. ¿Puede ganar el argentino? Sería lo más lógico. ¿Puede perderlo? Por supuesto. En gran parte dependerá de él.
Baghdatis viene jugando en un gran nivel, es cierto. Y también es cierto que, después de haber visto su labor en los últimos dos partidos, volteando muñecos a lo lindo, es difícil pensar que la presión podría jugarle una mala pasada. Por otra parte, el argentino viene jugando un tenis exquisito en los últimos dos encuentros, y si mantiene su nivel es virtualmente imposible que pierda un partido. Asique será cara a cara, y el que mejor juegue se llevará el partido.
Aquí es donde entra en juego una de las principales cualidades del unquillense: su inteligencia táctica. Baghdatis se siente muy cómodo cuando lo atacan, y si no pregúntenle a Roddick y a Ljubicic. Por eso, el mejor partido que puede plantear Nalbandian es jugandole al chipriota pelotas con poco peso, variándole la altura, para obligarlo a tomar la iniciativa. Creo que es en este juego donde el argentino puede sacar los mejores dividendos.

A la hora del futurismo, no podemos dejar pasar un dato: el cordobés jugó y corrió poco en los últimos dos partidos, y tendrá un día más de descanso que su rival en una eventual final. Y Federer tuvo mucho desgaste en los partidos contra Haas y Davydenko. Por lo que un partido corto esta madrugada dejaría a Nalbandian muy bien parado de cara al domingo. Los partidos hay que jugarlos, ojo. Contra Baghdatis, contra Federer. No están ni ganados ni perdidos hasta que no se haya jugado el último punto.

1 Comments:

Blogger Nacho said...

Sí! Qué embole Kiefer - Grosjean. Después los medios hablan de "batalla épica", agg. A mí me entretuvo el quinto al final porque hinchaba por Vaquero Groso (por quien sólo hincho debido a éste apodo-traducción) y contra el forro de Kiefer, que no sé cómo le puede caer bien a alguien.

En fin, por suerte Roger ya lo mandó a comer chucrut.

12:56  

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