16.2.06

coria v. coria: perdió coria


En vivo, los problemas que tiene este chico con el saque se ven de forma mucho más contundente que por tevé. -entre paréntesis: qué lindo que es ir a ver tenis al BALT: un placer-.

Un primer saque que ni un aficionado: allá va uno que se va de largo de la línea de fondo. ahí va otro, ancho tan ancho que pica afuera de la franja de dobles. y uno más, que se queda en la red, apenas unos centimetros encima del polvo de ladrillo.
El único parámetro que permite ver en este Coria a uno de los jugadores más talentosos del circuito, a aquel que fue número 3 del mundo, al que no ganó Roland Garros de casualidad, es que jugando como jugó el primer set -esto es: muy pero muy mal- lo perdió por 7-5 y no por una distancia mucho mayor.
Coria tenía todo, pero todo todo, para llevarse el encuentro. De local, contra un jugador que venía de lucky looser, en su superficie favorita, con un público capaz de perdonarle las groserías más groseras y de festejarle copiosamente esos pocos destellos de magia que mostró -un par de drops, alguna que otra volea complicada-. Promediando el primer set Coria estaba 3-1 arriba y con doble break point, y el español Ramirez Hidalgo a punto de retirarse, luego de doblarse el tobillo al correr un drop exquisito en el último punto del primer game. Y eso que para entonces Coria ya sumaba tres dobles faltas en sólo dos juegos de saque.

Pero Coria se cayó, dejó agrandarse a un rival chiquito y así le fue. Parecía no estar al cien por cien físicamente, tampoco, aunque en la conferencia de prensa de eso no dijo ni mu. Tiraba mucho drop y se iba seguido a la red, como si no quisiera jugar puntos largos. Esos puntos en los que él sabe sacar ventajas. Una vez que se fue el primer set se fue, esta vez del todo, Coria. A pesar de un tibio intento de recuperación que lo puso de 0-3 a 2-3 y punto para cerrar su juego de saque, cuando el español volvió a quebrarlo ya quedaba claro quién ganaría el encuentro.

Ahora, sin Coria ni Chela que perdió un partido trabado contra Potito -sí, Potito- Starace, quedan sólo 3 argentinos en el cuadro, todos por el mismo lado. Esta noche jugarán entre sí Acasuso y Martín Vasallo Arguello, y luego Calleri buscará los 4tos de final ante el tico Juan Antonio Marin. Los ganadores de esos partidos se cruzan mañana, por lo que una victoria del Gordo asegurará un local en semifinales.

Tres argentinos, decía. Perdón: cuatro. Porque ya no caben dudas, el español Carlos Moya es local en Buenos Aires. El aliento que recibió anoche, contra Massú -es cierto que el chileno lidera el ránkin de odiados por estos pagos-, fue unánime. 8 mil personas cantando su nombre. Mujeres gritando piropos. Dos gallegos locos, sentados a mi lado, que saltaban de su asiento ante cada güiner del mallorquí.
También hubo insultos para el chileno (pechofrío y amargo, los más recurrentes), que se fue bajo una silbatina general. Y el árbitro brasileño también recibió lo suyo, al corregir un par de fallos dudosos a favor de Massú. Cansado de pedir silencio luego del noooo que brotaba de las gradas ante cada falta del chileno, en un momento se sacó y retó al público: por favor, POR FAVOR, amonestó el umpire a la concurrencia al promediar el tiebreak final.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

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19:56  

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