3 argentinos en la segunda semana y la posibilidad de que haya uno más. Es ahora cuando se ven los pingos, cuando los buenos en verdad apagan el piloto automático y comienzan a jugar cada partido a fondo. Porque sólo 4 triunfos separan a cada uno de los 16 que quedan en juego (en realidad 18, porque hay dos plazas por definirse) de un triunfo glorioso.
Y son 3 argentinos y quizás cuatro los que van a buscar repetir lo de los últimos dos años, un argentino en la final.
Ahí está Gaudio, campeón hace dos años, que comenzó el torneo con muchas dudas, tal como venía en la previa, pero que el paso de los partidos lo fue afianzando. Le ganó un partido complicadísimo al mosquito Ferrero en sets corridos y, a cada rueda que pase, Gaudio es un poquito más candidato.
Porque a medida que avanza sus dudas se van disipando, va creyéndosela más. Y porque Gaudio, sobre esta superficie y si está en un buen día, puede pintarle la cara a cualquiera. No creo que Federer y Nadal estén muy tranquilos viendo cómo va creciendo el gato.
Pero ojo, que así como puede ser imparable, también puede perderse en los laberintos de su inseguridad y tirar a la basura un partido contra cualquiera.
Mañana se enfrenta a Davydenko, un jugador complicado aunque accesible, que gana cuando le dejan ganar y pierde cuando lo apuran un poco. De las 6 veces que se enfrentaron, el argentino se impuso en 5, todas sobre esta superficie. La última, en el Masters de Shangai, fue para el ruso, que viene fresco y sin perder un set.
Ahí está Nalbandian, por si alguien lo dudaba. Ya afianzado como número tres del mundo, quiere ganar su primer Grand Slam -tiene en su currículo 1 final y 3 semis- e instalarse como el tercero en discordia en la disputa entre Federer y Nadal. Ubicado en la segunda semana de un GS por sexta vez consecutiva y por 11ª en sus últimas 13 participaciones (de hecho, en 18 participaciones en este tipo de torneos, se metió entre los mejores 16 en 12 ocasiones), tiene una chance clara de mejorar su actuación del año pasado, cuando cayó en esta instancia ante el rumano Victor Hanescu.
Enfrente suyo estará la sorpresa del torneo, su compatriota Martín Vassallo Argüello, que lleva un invicto de 6 partidos contando la qualy y que intentará sorprender al unquillense.
El cuarto en cuestión, Pico Mónaco, dejó pendiente por falta de luz el final de su partido ante Ljubicic. Después de haber estado en ventaja de 2 sets a 0 y con quiebres a favor en el tercero y el cuarto, se encuentra nadando contra la corriente. 2 - 4 en el quinto, mañana buscará dar vuelta una historia que hoy cambió de manos varias veces. Si gana, se le abre el cuadro hasta semifinales, con rivales accesibles como el español Ramírez Hidalgo en 8vos y Alberto Martín o Julien Benneteau en 4tos.
Mañana también juegan:
Ancic v. Robredo: un partido parejo entre dos tipos que le pegan muy fuerte a la pelota. Se enfrentaron dos veces, con una victoria cada uno. La de Robredo fue sobre en la semis de Hamburgo este año -torneo que después ganaría-, y por ser la misma superficie, el español tiene una leve ventaja.
Federer vs. Berdych: el suizo va contra el jóven checo, un tipo con un tenis precioso que pronto será top 5. Aunque Berdych ya sabe lo que es ganarle a Federer -lo dejó afuera en segunda rueda de los juegos olímpicos de Atenas-, todavía está lejos de su nivel, por lo que no creo que Federer tenga problemas en avanzar a cuartos. El suizo no cae antes de las semifinales de un Grand Slam desde hace dos años, cuando perdió en sets corridos ante Guga en tercera rueda. De todas formas, auguro un partido atractivo.
Y por último, Monfils y Blake completarán el último partido de tercera rueda. Están a set por lado, y al ganador lo espera Novak Djokovik.